lunes, 31 de octubre de 2016

El grupo del 22



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MARÍA ÁNGELES NAVAL
Leer, octubre 2016
Páginas 26-28

lunes, 24 de octubre de 2016

Café solo / Café simples


Después de leer este poema mío de Contra las cosas redondas (La Bella Varsovia, 2016) traducido al portugués por la amabilísima Inês Dias y asombrarse de su sonoridad, a uno le entran ganas de haber nacido un poco más a la izquierda de la geografía natal y ser un poeta lusitano que se atiborra cada mañana de café brasileiro y pastéis de Belém. Gracias, Inês.


CAFÉ SIMPLES

Deus fez o mundo e fê-lo com pressa,
mas os poetas, sem saírem das suas casas,
inflamados, coroados por línguas de fogo,
tiritando de solidão e de frio na madrugada,
mantêm-no em contínuo funcionamento. 


O novo carregamento de luz ainda não chegou.
Longamente esperam as folhas negras das acácias,
os sete cinzentos do arco-íris, os vitrais das igrejas,
leves e frágeis como as asas de uma libélula.
Em breve se acumulará a claridade, nutritiva e generosa,
nas esquinas e o bispo branco derrotará o negro.
No Museu Nacional as sombras aguardam;
de um momento para o outro vão partilhar o verde,
o azul de Prússia, o vermelhão e o amarelo.

Os poetas, desvelados, administradores
de um vasto império invisível, preparam café;
esperam que fervam também as palavras.
Uma irmandade secreta de colherzinhas
tilintando nervosas, rodando para misturar
– enquanto as canetas sonham com o seu regresso
a Ítaca – as duas substâncias da vida:
o doce e o amargo, a luz e a escuridão.

Os poetas mexem e remexem: as suas colheres
e as suas canetas não sabem fazer outra coisa.
Com brio, com teimosia, quase com fervor.
Como se o redondo fluir dos relógios
nas morgues e nos aeroportos,
e o ciclo curto das estações
(às vezes apenas Outono e Inverno,
Outono e Inverno repetindo-se)
e o preguiçoso rodar do planeta inteiro,
com as suas dobradiças, os seus parafusos e rodas do destino,
dependessem única e exclusivamente
de um insone movimento de pulso.

lunes, 17 de octubre de 2016

Ariadna G. García escribe acerca de "Contra las cosas redondas"


Los poemarios, como sus hermanas las novelas, pueden tener distintas finalidades según quienes los escriban. El catálogo de intenciones es amplio, pero podemos reducir los libros de poemas a este pequeño inventario: los  hay comprometidos con las causas civiles; los tenemos juguetones, de los que hacen piruetas con el lenguaje; algunos testifican sobre los pormenores de la existencia corriente; los tenemos globos sonda, aparentemente livianos, pero que nos alertan de las tempestades que nos crecen por dentro; algunos son complejos como jeroglíficos mayas; y otros poseen altas dosis de imaginación puesta al servicio de la estética y del relato. El nuevo libro de Jesús Jiménez pertenece a estos últimos. De hecho, Contra las cosas redondas es un libro perfecto para aquellas lectoras de novelas y esos devoradores de narrativa poco o nada habituados al género lírico que deseen adentrarse en él. Sus treinta y cinco poemas son otras tantas historias puestas en versículos, cuando no directamente en prosa. Jiménez se nos revela como un poeta atento al detalle (a los “cascos marciales” de las hormigas), muy sensitivo (nos describe el crujido de muebles y articulaciones, el mango caliente de los cuchillos, tapicerías que huelen a vaca muerta, o vistosas uvas rellenas de luz), capaz de audaces -sacrílegas- metáforas y comparaciones (las arañas son monjas de clausura que tejen mortajas; los lápices, monjes de una orden monástica alineados en un estuche; las centrales nucleares, las nuevas catedrales góticas, donde mora Protón), de tono irónico y con una clara querencia por la fantasía. Los mejores textos del libro son aquellos, precisamente, en los que el poeta se desliza hacia la ciencia ficción y nos presenta un conjunto de situaciones asombrosas: la vida paralela del reflejo de un hombre, la busca y captura de todo tipo de sombras, la caída de los objetos pintados de un cuadro, la anticipación de los efectos a las causas como consecuencia del cambio de hora, el tocadiscos en que se convierten los anillos de un árbol, donde suena el LP del Tiempo…  
 
Jesús Jiménez coquetea en este poemario con el relato fantástico, llenándonos de inquietud con su desmantelamiento del mundo real, dando entrada a lo absurdo. Un libro, pues, recomendable. Se adivina detrás a un escritor de raza, cuidadoso y original. El diseño de la cubierta -el mejor, hasta la fecha, de la colección donde se publica- es todo un acierto: sobrio y elegante.
 
ARIADNA G. GARCÍA
21-09-2016

lunes, 10 de octubre de 2016

En RNE - Radio 3

Entrevista en el programa "Todos somos sospechosos" de RNE - Radio 3.
Con Rubén Luengo.
21 de septiembre de 2016.


lunes, 3 de octubre de 2016

María Carmen Márquez acerca de "Contra las cosas redondas"


"El poeta sabe remover nuestro mundo interior a la perfección."

Contra las cosas redondas (La Bella Varsovia, 2ª edición) sigue sumando lectores. La reseña completa de María Carmen Márquez, aquí.